Dos mujeres cubanas con el formulario migratorio I-220A, detenidas recientemente por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Miramar, Florida, fueron trasladadas a un centro de detención de migrantes en California, según reportó Univisión Noticias.
Durante casi 24 horas, los familiares de las detenidas no tuvieron información sobre su paradero hasta que, en la madrugada, una de ellas logró comunicarse desde Arizona, indicando que estaban en tránsito hacia San Diego.
Ernesto, esposo de Yadira Cantallops, expresó su preocupación por la posibilidad de que su esposa sea deportada a Cuba antes de tener la oportunidad de presentar su caso ante una corte de inmigración. Situación similar enfrenta Lisvani Sánchez, esposo de Denice Reyes, quien aseguró que la incertidumbre de los últimos días ha sido angustiante.
“Necesito que esté aquí conmigo, esto me está matando”, dijo Sánchez a Univisión. Según su testimonio, su esposa y otras mujeres fueron sacadas del centro de detención en Broward a las dos de la madrugada y trasladadas en un avión pequeño desde Miami junto a otras detenidas de origen cubano, nicaragüense y haitiano.
El abogado de inmigración Jesús Novo, representante de Yadira Cantallops, cuestionó el traslado de ICE, argumentando que la reubicación de los detenidos a centros alejados de sus familias y abogados dificulta su defensa legal. “Esto limita el acceso de los detenidos a sus abogados. En muchos casos, tienen derecho a fianza, pero al ser trasladados a otra jurisdicción, el proceso se complica aún más”, explicó.
Mientras tanto, Ernesto relató el impacto emocional que la ausencia de su esposa ha tenido en su hijo de dos años, ciudadano estadounidense. “Si tocan la puerta, sale corriendo. Hoy en el daycare agarró un teléfono y comenzó a llamar ‘mamá’…”, lamentó.
Hasta el lunes en la noche, los familiares aún no habían recibido confirmación oficial de que las mujeres ya habían llegado a California. Sus abogados esperan esta información para tomar las próximas acciones legales en su defensa.