Una abuela cubana denunció este jueves los problemas con el sirope para su nieta que acaba de cumplir siete años y ya le retiraron la leche que dan por la bodega en La Habana.
“Con todo el respeto que se ha ganado, hoy fui a mi zona de comercio por el sirope de mi nieta y no me lo quieren dar porque su última leche fue el 24 de julio”, dijo la abuela bajo condición de anonimato.
Según le dijeron a la abuela, la leche le tiene que durar el mes de agosto. “Eso es inconcebible como muchas otras cosas. Lo que pasa es que no podemos llegar a donde se debería porque a mí me gustaría que la ministra de Comercio me explicará eso”.
“Soy de Luyanó, me lo dijeron mi lechera y fui a la zona y me dijeron lo mismo, que esos niños la leche del 22 de julio le tiene que durar hasta agosto”.
“Si sacamos cuenta ya hace un mes que no cogen nada porque el yogurt de soya no está entrando. Hasta más, le dije a la compañera ‘bueno y si fuese el yogurt, ¿tampoco le toca?’ y no me contestó. Esto está virado al revés, pero con las cosas de los niño no estoy de acuerdo”.
“Mi nieta cumplió sus siete añitos el 24 de julio”, especificó la abuela.
Varios cubanos lamentaron la situación con la alimentación de los niños.
“El sirope que dieron a los tres días se me echó a perder dentro del frío. A eso le llaman sirope que hasta gusto a vino seco tenía y no a sirope de piña. Y además alguien me puede decir qué cantidad de sirope dieron aquí en El Cotorro porque a mí lo que me dieron fue un pomo de dos litros nada más y dice mi suegra que en La Víbora dieron un pomo grande con uno chiquito. ¿Y entonces?”
“Por lo menos en La Habana dan sirope, ahora es que me entero porque yo vivo en Matanzas, municipio Martí, y aquí ni yogurt ni sirope solo leche para menores de siete años y ya no dan el litro, solo medio litro por niño lo nunca visto”,
“No es fácil esta situación. Es terrible no tener que darle a los niños ni a las personas mayores. Cómo le explica a un niño que no tienes que darle de desayuno nada merienda ni almuerzo. A veces una sola mala comida al día”.
“Esto da asco. Yo estoy muy de acuerdo con usted porque con los niños no quiero cuento ninguno. Ellos no saben ni el por qué de las cosas y los padres y familia sufrimos mucho con todo lo que les falta a nuestros pequeños para su crecimiento y alimentación. Hay mucha necesidad y miseria. Es mucho lo que se está viviendo”.
“Dentro de las injusticias que se han cometido y están cometiendo en este país, lo de los niños y los ancianos ya es un problema mayor. Mi mamá tiene 95 años, es diabética y no le dan leche desde que empezó la COVID. Hay que tomar una decisión, sin miedo, sin ofender. ¿Hasta cuándo? Ya es una burla con el pueblo que sufre lo más duro que pueda pasar un niño, que es hambre”, expresó una cubana.
El contraste entre el entusiasmo oficial y la realidad económica y energética del país
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