Colin Gray, de 54 años, y su hijo Colt Gray, de 14, enfrentan graves acusaciones tras el tiroteo ocurrido en la escuela Apalachee High School en Winder, Georgia, el pasado miércoles. En el ataque murieron cuatro personas, incluyendo dos estudiantes.
El joven Colt Gray ha sido acusado como adulto por asesinato y otros delitos graves, aunque no es elegible para la pena de muerte por ser menor de 18 años. De ser hallado culpable, podría enfrentar cadena perpetua sin libertad condicional. Durante su breve comparecencia, Gray no solicitó fianza y fue asistido por un abogado de oficio.
Su padre, Colin Gray, enfrenta 14 cargos, entre ellos homicidio involuntario, asesinato en segundo grado y crueldad hacia menores. Las autoridades lo acusan de haber permitido a su hijo el acceso al arma utilizada en el tiroteo, un fusil semiautomático AR-15, a pesar de ser consciente de que el joven representaba un peligro. Si es hallado culpable, Colin Gray podría enfrentar hasta 180 años de prisión.
El juez Currie Mingledorff, quien presidió las audiencias, agradeció a las familias de las víctimas por su compostura. Las próximas audiencias preliminares están programadas para el 4 de diciembre.
El tiroteo dejó como víctimas mortales a los estudiantes Mason Schermerhorn y Christian Ángulo, ambos de 14 años, y a los maestros Richard Aspinwall, de 39 años, y Cristina Irimie, de 53. Nueve personas más resultaron heridas en el ataque.
Colt Gray había sido investigado previamente por el FBI tras amenazar con un tiroteo escolar en internet, pero no se tomaron medidas en ese momento, ya que tanto él como su padre negaron cualquier responsabilidad.
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