Honduras se encuentra en medio de una tormenta política tras la publicación de un video que ha generado gran controversia. La organización InSight Crime, dedicada al estudio de la seguridad en América Latina y el Caribe, ha divulgado un video en el que presuntamente aparece Carlos Zelaya, cuñado de la presidenta hondureña Xiomara Castro, en una reunión con individuos señalados como narcotraficantes.
En el video, Zelaya supuestamente discute un acuerdo de soborno, que según la denuncia, estaría destinado en partes iguales al expresidente Manuel Zelaya y al partido político Libertad y Refundación (Libre). Esta reunión se habría llevado a cabo durante la campaña presidencial de Xiomara Castro en 2013. En respuesta a las acusaciones, Carlos Zelaya admitió en una rueda de prensa improvisada el pasado 31 de agosto que se reunió con los supuestos narcotraficantes en San Pedro Sula, pero negó haber recibido dinero.
Tras la difusión del video, la presidenta Xiomara Castro denunció el martes lo que describió como un "golpe de Estado" en curso, una declaración que ha generado aún más tensión en el país. Esta denuncia coincide con la polémica decisión de Castro de cancelar el tratado de extradición con Estados Unidos, un acuerdo que previamente facilitó el encarcelamiento de importantes narcotraficantes hondureños, incluyendo al expresidente Orlando Hernández.
En una declaración transmitida por radio y televisión, la presidenta Castro afirmó: "Ratifico que la paz y la seguridad interior de la República están en riesgo por un nuevo golpe de Estado que el pueblo debe detener". Además, condenó cualquier tipo de negociación entre narcotraficantes y políticos, en referencia al contenido del video.
La decisión de cancelar el tratado con Estados Unidos, en vigor desde 1912, ha sido criticada por la oposición, que acusa a Castro de proteger a miembros de su gobierno y familiares. En medio de esta controversia, la embajada de Estados Unidos en Honduras aseguró que no tiene planes de cerrar, desmintiendo rumores que circulaban en el país.
Este incidente ha aumentado la ya considerable presión sobre el gobierno de Xiomara Castro, que enfrenta crecientes desafíos tanto en el ámbito nacional como internacional.