El dramaturgo y escritor Iran Capote Fuente denunció este martes que no se le permite ser profesor de Dramaturgia en una escuela en Pinar del Río por "problemas ideológicos". La negativa muestra que la censura en Cuba sigue presente.
"Hace días ya que me llamaron para informarme que no seré parte del claustro de la nueva escuela de Instructores de Teatro, que recién abre las puertas en nuestra provincia. Hace días ya. Mi nombre estaba en la lista del claustro que la propia dirección de la carrera había formulado, los programas de estudio ya estaban en mi mano. En una guagua Girón y junto a otros profesores de la misma lista, nos fuimos monte adentro al proceso de captaciones de los municipios. Y tal. Y tal".
"En una de esas rachas que vienen después del ciclón, 'bajó' la información desde el Centro Nacional de Escuelas de Arte de Cuba (CNEART) de que el claustro debía ser 'revisado, depurado, re seleccionado, organizado' por la presidencia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)".
"Y ahí, como es lógico, como se desprende, mi nombre quedó fuera de la lista. Mi nombre quedó fuera. La justificación, la que debía llegar hasta mi persona fue simple: 'Hemos optado por otros artistas'".
"Vamos, que eso está muy bien. Es legítimo, digamos. Pinar no tiene muchos dramaturgos para escoger, ni muchos directores para escoger ni muchos actores para escoger. Mucho menos profesores. Pero escoger también puede ser posible. Y estoy de acuerdo. Soy joven y mi obra no es tan significativa como para merecer ser escogido aunque la dirección de la carrera así lo quisiera, aunque intentaran conformar en sus inicios un claustro que incluyera a jóvenes egresados de la Universidad de las Artes (ISA) de donde egresé hace ya cinco años".
"Ante el asombro y el reclamo de varios amigos/ colegas, escribo este post. Porque no hay que ser dramaturgo para entender cómo se arman los guiones en un país como este. No hay que ser dramaturgo, amigos míos, para conocer de personajes, tramas, contextos y puntos de giro. No hay que ser dramaturgo para entender el relato cíclico de la injusticia en Cuba socialista".
"Todos sabemos el trasfondo de esto. (Y lo sé de buena tinta, con la evidencia) Lo sé y también lo saben los cuatro (literalmente cuatro) asistentes a aquella reunión en la UNEAC en la que se analizó mi caso y donde el término 'problemas ideológicos' fue la pelota de tenis en esa mesa. Ahora pueden decir lo que quieran, lo que la misiva aguante, lo que las declaraciones aguanten, lo que sus integridades aguanten".
"Lo único que me asombra es el asombro de mis colegas. Ya sabemos cómo funcionan estos temas en este país inclusivo. Ya sabemos cómo funcionan las cosas en este país con democracia, en el que disentir es un 'derecho'. Yo sigo feliz. Nada de esto me detiene. Sigo con mi trabajo en Teatro Rumbo y Teatro Alas. Sigo con mis escrituras, mis publicaciones. Sigo con el taller de dramaturgia y mi asesoría literaria en la Casa de Cultura".
"Yo sigo con lo mío y en las noches puedo dormir a pierna suelta. Esto no es más que otro suceso del relato que cuenta la historia de la cultura nacional. Lo que viene, el final, lo conocemos desde el primer acto", concluyó en Facebook.
Varios amigos expresaron su solidaridad a Iran Capote. "Quiero decir tantas cosas que tengo la cabeza hecha agua. Hasta cuándo la CENSURA, LA REPRESIÓN. (Las cosas por su nombre). Es una falta de respeto total. Sabemos por qué te quitaron del claustro. La pregunta es qué vamos a hacer desde la AHS, el CPAE, y todo el que tenga que ver con esta aberración", dijo Linda Gilsa.
"La habitual 'corrección ideológica' ¡Cuánta vergüenza da todo esto! Fuerza para Iran Capote, y a todos los que se les mutila el ejercicio de la libertad de expresión, acción y de creación. Fuerza para la sociedad civil cubana en general; realmente la necesitamos", comentó Eduardo Pita.
"Eso es totalmente injusto. El régimen de La Habana sigue con las mismas manías, los mismos mecanismos macabros que han llevado a nuestra patria a la ruina total. Estás sufriendo las consecuencias de pensar y actuar con libertad, obedeciendo a la conciencia. Tienes toda mi admiración", opinó Jorge Núñez.