William R Hernández es el nombre de un cubano que, a través de las redes sociales, ha compartido lo que se sufre en la isla en la batalla diaria por llevar algo de comida a las casas.

Cuando el país vive una crisis de terror, los isleños pasan horas y horas en colas agotadoras en busca de alimentos, de ahí este relato que nació, precisamente, tras mucho tiempo en una fila.

Los hechos acontecieron, asegura, en el municipio Cárdenas, en la provincia de Matanzas y le dejaron a este cubano un mal sabor.

Su relato justamente transmite ese malestar que le generó estar allí, corriendo, sufriendo, detrás de cientos de personas, para regresar a su hogar con algo para comer:

Cárdenas amaneció hoy como película de terror o de guerra, les cuento que me levanté a las 5 am para ir a marcar a la cola del famoso aceite en la tienda Cubalse, pero no pude ni llegar a la esquina, porque estaba la policía y no dejaban estar ahí.

Había gente escondida por todas partes esperando que fueran las 6am para salir corriendo para la cola, llegó el momento y empezó a salir la gente de todos los rincones y no tengo que decirles lo que se formó, gritos, empujones, amenazas, lenguajes de adultos y violencia.

Vino el camión de la policía, todos corrimos y el camión detrás de nosotros, parecía una cacería de brujas señores, sin palabras, yo corrí y lloré, pero no lloré de miedo, sino de impotencia, de rabia, de vergüenza, de humillación por verme en esa situación.

ya esto sobrepasó los límites, no hay comida en MN, pero es imposible comprar en las tiendas de DÓLARES, también es un bochorno vernos fajándonos por un pomo de aceite, un pedazo de pollo hasta por el pan se faja la gente.

Yo no sé a dónde vamos a parar, siento que hemos caído en una degradación total, esta situación nos ha hecho perder nuestros valores humanos, principios, respeto, cordura, disciplina, sentimientos, pero sobre todo no tenemos igualdad y esta es la peor parte de todo.

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