Récords de infectados y reforzamiento de restricciones toman nuevamente el protagonismo de la semana en Cuba, donde la transmisión de la COVID-19 crece de una manera alarmante.

Al menos tres días, el país reportó más de 500 nuevos contagiados, con amplia dispersión, incremento entre los menores de 20 años y muy fuerte incidencia en La Habana, Santiago de Cuba, Guantánamo y Matanzas.

Estas son, justamente, provincias que se encuentran ya en fase de transmisión autóctona limitada (epidémica), a pesar de que la situación se agudiza también en otros territorios.

Según explica el oficialismo, “desde el lunes último han fallecido en Cuba 13 personas por esa enfermedad infecciosa, para un total de 166; además, aumentan los pacientes reportados en estado crítico y grave”.

De ahí que, el director nacional de Epidemiología, Francisco Durán, alertó hoy que nuevamente se reporta el mayor número de pacientes en los servicios de terapia intensiva del país en las últimas 24 horas, con 46; de ellos 15 críticos y 31 graves.

La víspera, las máximas autoridades cubanas decidieron que 29 municipios retrocedan a fase de transmisión autóctona limitada, y ya suman 63 en esa etapa.

El doctor en Ciencias Biológicas Gerardo Guillén, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), explicó a la Agencia Cubana de Noticias que, desde la llegada de la pandemia al país, en marzo de 2020, la institución puso a disposición de las autoridades de salud un grupo de sus fármacos, algunos en fase de investigación.

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