“Gracias por elegirnos” dice la tablilla de ofertas en un conocido restaurante en la provincia de Ciego de Ávila, las gracias son dadas después de leer una sarta de precios que dejaría a cualquiera con la boca abierta.

El internauta cubano Frank Pancho Fernández comparte la imagen con el siguiente comentario: “De la saga "Los Precios Inflados" nos llega "Laguna La Redonda". Vive está fantástica historia junto a nosotros donde una ración de arroz vale 100.00 pesos y un bistec de cerdo 370.00. No se la pierda. #PreciosInflados”, explica.

“Interesante, la unidad de flan de caramelo a $95 pesos”, dice un cubano al observar los productos ofertados.

“Un jubilado nunca podrá salir de su casa, sin llevar el pan con azúcar y una limonada en un termito”, piensa otra usuaria.

Con anterioridad, la periodista del diario estatal Invasor, Katia Siveria, había dejado un artículo donde con un simple análisis por toda la ciudad de Ciego de Ávila, buscaba demostrar que la inflación en Cuba no se sustenta únicamente en la devaluación de la moneda o el exceso de billetes.

“Parece estar confundiéndose inflación con especulación; imponiendo altos precios para sostener, quizás, una plantilla inflada o la ineficiencia de una mala gestión. De paso, podrían estarse generando utilidades que salen del estrago al bolsillo ajeno y no de la producción de nuevos bienes o de la prestación de servicios de calidad. Incluso, en la filosofía del revendedor se tiene que vender caro, al ser caro lo que luego se comprará; y así desatan una inflación premeditada, donde unos van ganando porque la mayoría está perdiendo”, dice la reportera en su análisis.

“La realidad ha sobrepasado por mucho el cálculo inicial y aquí estamos, en noviembre, casi al punto del explote por ambos flancos; por el informal y por el formal. Dos mercados estrechamente retroalimentados, aunque las cifras inflacionarias se diferencien. El informal, con un 6 900 por ciento; el estatal, con un 60 por ciento”, advierte.

Su investigación va a través de varios establecimientos de su ciudad de residencia la capital de la provincia de Ciego de Ávila, y cómo la inflación no solo es el mercado informal, pues los números del estatal son también escalofriantes:

…en la tienda La Americana preguntemos por el precio de un juego de comedor, hecho con gusto y marabú. Luego aprovechemos que también se puede adquirir a crédito y pongámosle por ello un poquitico más que los 23 430.00 pesos que cuesta. Si nos parece demasiado, siempre está la opción de adquirir una silla, una sola, que vale 5 858. 00. Tiene una parte tejida de hebras plásticas. (Lo escribo porque infiero que con ese detalle se justifique su costo, ¿o no?), revela.

Recomendado para ti