El presidente Donald Trump salió furioso de una conferencia de prensa sobre coronavirus en la Casa Blanca el lunes después de enojarse con dos reporteros, uno que hizo una pregunta sobre las pruebas y otro que no pudo hacer ninguna pregunta.

El evento en el Jardín de las Rosas tenía la intención de darle al presidente la oportunidad de jactarse de los recientes aumentos en las pruebas, y Trump habló y respondió preguntas durante casi una hora.

La sesión informativa tuvo un comienzo desigual cuando el presidente expresó incorrectamente el monto en dólares que se asignaría a los estados para ayudar con las pruebas. "Estamos enviando $ mil millones a los estados, territorios y tribus estadounidenses", anunció Trump, en lo que los funcionarios habían dicho a los periodistas que sería un punto culminante del evento.

Pero esos mismos funcionarios dijeron que la cantidad sería de $ 11 mil millones, no $ 1 mil millones. Además, los $ 11 mil millones fueron asignados en la Ley CARES aprobada por el Congreso y promulgada en abril, cuestionando por qué fue retenida casi tres semanas después como un importante punto de éxito.

Un portavoz de la Casa Blanca luego confirmó a CNBC que la cantidad es, de hecho, $ 11 mil millones.

Para el resto de sus comentarios, el presidente analizó la cantidad de equipos de protección personal, ventiladores y otros equipos esenciales que EE.UU. ha producido y distribuido para combatir el virus.

Pero fue en la sesión de preguntas y respuestas que estallaron los ánimos.

Alrededor de las 5:15 p.m., Weijia Jiang, corresponsal de la Casa Blanca de CBS News, le preguntó a Trump: "Usted ha dicho muchas veces que Estados Unidos está haciendo mucho mejor que cualquier otro país en lo que respecta a las pruebas", a lo que Trump dijo: "Sí".

Jiang, que es chino estadounidense, continuó: “¿Por qué eso importa? ¿Por qué es una competencia global para usted, si todos los días los estadounidenses siguen perdiendo la vida y todavía vemos más casos cada día?

"Están perdiendo la vida en todas partes del mundo", respondió Trump," y tal vez esa sea una pregunta que deberían hacerle a China". No me preguntes. Haga esa pregunta a China, ¿de acuerdo? Si les hace esa pregunta, puede obtener una respuesta muy inusual ".

Cuando Trump procedió a llamar a otra periodista, Jiang lo siguió. "Señor, ¿por qué me dice eso específicamente?"

"No se lo digo específicamente a nadie", respondió Trump, cada vez más furioso. "Se lo digo a cualquiera que haga una pregunta desagradable como esa".

"Esa no es una pregunta desagradable", insistió Jiang, pero Trump ya había avanzado.

"¿Alguien más?" Trump dijo a los periodistas reunidos, antes de llamar a Kaitlan Collins de CNN, que estaba haciendo cola detrás de Jiang. "Bien, sí, adelante, atrás", dijo.

Collins se acercó al micrófono, "Tengo dos preguntas", dijo.

"No, está bien", dijo Trump, despidiendo a Collins, "subiremos aquí".

"Pero usted me señaló, señor presidente, y tengo dos preguntas".

"A continuación, por favor", dijo Trump, mientras miraba más allá de Collins.

"Pero me llamaste", protestó Collins.

"Lo hice. Y no respondiste, y ahora estoy llamando a la otra joven en la parte de atrás ", dijo Trump.

"Pero solo quería dejar que mi colega terminara", dijo Collins, pero Trump la interrumpió.

“Damas y caballeros, muchas gracias. Lo aprecio, muchas gracias ", dijo Trump, y se fue.

El intercambio fue el último de una serie de amargos intercambios que Trump ha tenido con los periodistas desde que comenzó a dar conferencias de prensa casi diarias sobre la pandemia de coronavirus a mediados de marzo.

Trump también acusó a China de retener información sobre el virus, que se originó en la ciudad de Wuhan, causando daños al resto del mundo que podrían haberse evitado. Trump ha sugerido que el virus podría haber sido liberado accidentalmente de un laboratorio chino, una acusación de la cual las agencias de inteligencia de EE.UU. han dicho hasta ahora que no tienen evidencia.

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