Recientemente, el dramaturgo cubano Yunior García Aguilera pidió al cantautor Silvio Rodríguez 15 minutos de su tiempo: “me dirijo a ti porque tu voz me importa”, le dice el joven cuyo deseo responde a una necesidad de diálogo generacional por el bien de Cuba.

García Aguilera agregó que: “muchos jóvenes rebeldes acaban transformándose en viejos conservadores”, sin embargo, aclara que no es el caso de alguien como Rodríguez y se mantiene esperanzado.

Hace apenas minutos, el también actor aseguró que logró la conversación y que no hubo un ganador, porque no lo buscaban, se trataba de un diálogo por Cuba.

Fueron indicó, poco más de una hora de conversación en la que el cantautor se comprometió a alzar su voz para exigir la liberación de los detenidos.

Su relato íntegro a continuación:

Ya conversamos.

Fueron 70 minutos de franqueza en los estudios Ojalá. Ninguno convidó al otro a renunciar a sus posiciones ni principios. Fuimos capaces de confrontar nuestras diferencias desde el más absoluto respeto y preferimos concentrarnos en nuestras coincidencias.

Tampoco perdimos tiempo en discutir los temas que no podemos resolver en la práctica ninguno de nosotros. Nos enfocamos en cómo aportar, ahora mismo, al bien de la sociedad cubana, en su conjunto.

Silvio se comprometió frente a Dayana, a Niurka y frente a mí, a abogar por la liberación de todos los presos que participaron en las protestas. Dio su palabra, de modo convincente, de que hará todo lo que esté a su alcance para lograr ese objetivo.

También coincidimos en un proyecto (en su momento se hará público) que podría servir para el comienzo de un debate verdaderamente plural, inclusivo, cívico, respetuoso y amplio, que encuentre los consensos entre la diversidad que hoy nos caracteriza como cubanos.

El encuentro de hoy no se trataba de un combate para encontrar un ganador. Se trataba de Cuba. Y creo que salimos de allí con la certeza de que se necesitan cambios reales, impulsados por vías no violentas, sin injerencias y donde ningún cubano se sienta excluido.

Gracias a todos los que aportaron, con sus opiniones y comentarios, para que este encuentro fuera posible. Falta mucho por hacer todavía. Y lo vamos a hacer sin odio.

Un abrazo.

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