El vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, asoció la ineficiencia en el funcionamiento del sector agrícola a un problema de mentalidad de las bases. Valdés Mesa en su alocución ante dirigentes comunistas de la agricultura en Villa Clara explicó el papel de los municipios en la implementación de los programas del gobierno central. 

Para el vicepresidente cubano la solución del déficit en el abastecimiento de alimentos no está relacionado a la propiedad estatal extensiva, sino que es la mala implementación de las ideas del gobierno la culpa de los fracasos de la agricultura. 

La descentralización de la administración del estado central en Cuba es una idea en papel pero en la práctica continúa la rigidez estatal. A pesar de esa realidad Valdés Mesa reconoció: “Necesitamos tener municipios fuertes, vigorosos, con una buena estrategia de desarrollo, para lograr el éxito que esperamos del programa de autoabastecimiento agroalimentario”. 

Desapegado de las reglas de oferta y demanda que impone el mercado, el vicepresidente alegó que las instancias de gobierno son las que deben elegir qué se cultiva y que no. “Si se quiere alcanzar ese propósito, hay que definir los cultivos a sembrar, las bases productivas que lo harán, los productores encargados y los plazos para lograrlo, lo cual debe ser controlado con sistematicidad”, explicó el vicepresidente, poniendo más énfasis en el control que en la estimulación del productor.

El gobierno vuelve sobre sus derrotas pasadas, cometiendo los mismos errores, en un momento donde la inflación y los controles de precios ponen la soberanía alimentaria en franca crisis. Mientras los dirigentes pierden la conexión con la realidad, decenas de miles de hectáreas de tierras productivas son abandonadas por usufructuarios y cooperativistas ante la imposibilidad de hacer rentables sus labores.  

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