‘Quítense la venda que tienen con la medicina cubana’, cubano relata su triste experiencia

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 17 de mayo de 2020

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Para el usuario Eddy González, tanta desgracia y contratiempo tuvo un final feliz, pero cuenta su historia, no para hacer política, como él mismo dice, si no para poner en evidencia el sistema de salud cubano cuya gratuidad no solo es discutible, además es peligrosa.

Aquí una de la triste historia que viví y una de las que me ha marcado más…

Marzo 6 del año 2000, 11 de la noche, mi esposa estaba con dolor de parto en el municipio de San Germán Holguín, corrimos al hospital local, cuando llegamos no había ginecólogo disponible, llamaron por teléfono a la ginecóloga que había y su respuesta es que estaba en una fiesta, dicho por la enfermera que nos atendió amigablemente.

 Nos pidieron una ambulancia y nos remitieron al municipio de Holguín, al Hospital Lenin, valla ambulancia, las puertas traseras estaban amarradas con alambre, llegamos al hospital Lenin a las tres de la madrugada, procedieron a hacerle un análisis de sangre en primera planta y nos mandaron a esperar, nos dijeron que no encontraban al camillero.

…ahí estuvimos una hora, le informamos a la compañera que nos atendió que a mí esposa por el primer parto los dolores le comenzaban cuando ya estaba pasada de tiempo, nos dijeron que tenía que seguir esperando, después de dos horas agarre una camilla enojado con tanta fuerza que dio un golpe contra la pared, monte a mí esposa y fui al ascensor, cuando llegamos a la sala, una hora más de espera.

Ana Massiel, mi hija, nació aparentemente bien, al día siguiente comenzó con fiebre, cuando la examinaron había aspirado líquido amniótico y tenía complicaciones, había nacido pasada de tiempo, la metieron en terapia intensiva reportada grave, pensé que la perderíamos.

 A los tres días mi esposa me dijo que cuando entraba a amamantar la niña, estaba descuidada y con el pañal empapado en orine, nos quejamos, pero la situación no mejoró, ya el último día apareció un médico muy bueno, un ángel, se ocupó muy bien de la niña, como si fuera familia, pero ¿qué pasó?

Mi hija fue dada de alta de terapia intensiva, pero la dejaron en el hospital, tenía quemaduras de tercer grado en todas sus partes y mudando toda la piel; esa fue la triste historia de mi hija que hoy ya es una hermosa jovencita, les comparto esta historia, que es la de tantos cubanos, no para hacer política, sino para quitar esa venda que tantos tienen en los ojos de la medicina cubana.

Hoy Anita vive en Estados Unidos, tiene un seguro médico con cobertura completa, si esa historia hubiera sido en el país actual podíamos haber puesto una demanda, que es todo derecho de un paciente mal atendido, gracias a Dios, Anita nunca tuvo secuela, hoy estudia y trabaja.


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