La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha incrementado su plan de asistencia para Cuba, solicitando 78,3 millones de dólares para enfrentar los estragos causados por recientes desastres naturales, entre ellos dos huracanes, dos terremotos y el colapso del sistema eléctrico nacional.

Inicialmente, el plan contemplaba 33 millones de dólares destinados a mitigar los daños del huracán Óscar, que azotó el noroeste cubano el 20 de octubre. No obstante, una actualización del programa ha incluido al huracán Rafael y a los terremotos de magnitudes 6 y 6,7 que sacudieron el sureste de la isla pocos días después.

En menos de un mes, siete provincias y 17 municipios se han visto gravemente afectados, con impactos en viviendas, infraestructura y servicios básicos, según la ONU. El plan, diseñado junto con el gobierno cubano, prioriza sectores como salud, alimentación, vivienda y recuperación temprana, con el objetivo de atender necesidades urgentes y restablecer servicios esenciales.

Entre los daños más significativos se encuentran la destrucción de más de 34,000 viviendas, 37,000 hectáreas de cultivos y severas afectaciones en los servicios de electricidad y telecomunicaciones.

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