El médico cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre ha sido expulsado de su labor por convertirse en un vocero de lo mal hecho en el sistema de salud público de la isla y, desde entonces, se ha vuelto mucho más crítico contra la dictadura.

Desde que el galeno comenzó a sacar a la luz pública las deficiencias de la ‘potencia médica’, se convirtió en una piedra en el zapato del régimen que ahora se ha propuesto marginarlo.

De ahí que, a través de las redes sociales, exigió al vocero del gobierno cubano, Humberto López, un espacio en el Noticiero Nacional de la televisión para debatir ante las cámaras.

Este reto, que se suma al de otros cubanos contra el portavoz, pone a López en una incómoda posición porque él, como era de esperar, responde a los intereses gubernamentales que no entiende de diálogo. 

“Humbertico ternera, los médicos que no somos del PCC, de la UJC, del 27N, del Movimiento San Isidro, de la UMPACU, del 26 de Julio, del 28 de septiembre ni de la CIA pues no nos paga nadie cuando nos vas a tener en cuenta en el NTV y tener un debate contigo?”, preguntó el galeno.

“Pues para ustedes todos son marginales y mercenarios. ¿No saben que hay médicos expulsados de la salud? o también somos marginales y mercenarios?”, añadió.

La expulsión de este médico del sector de la salud, a decir de él mismo, fue “por denunciar la mala gestión, el mal funcionamiento, violación de protocolos, déficit de recursos médicos, en los centros de aislamiento” por “defender los derechos internacionales de los médicos desterrados por 8 años y los de adentro que no pueden salir”.

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