La guardería Lincoln Marti Schools deberá pagar cinco millones de dólares a la familia del bebé de nueve meses que falleció en uno de sus centros en Homestead en

julio del pasado año.

Tayvon Tomlin, de nueve meses, que fue hallado muerto en uno de los salones de esa institución luego de que la cuidadora a cargo estuviera fuera del salón por más de 45 minutos.

Keiara Whorley y Devonte Tomlin anunciaron en octubre pasado que estaban demandando a la escuela por la muerte de su hijo.

El bufete Stewart Tilghman Fox Bianchi & Cain, que representa a los padres del menor, informaron este lunes que los propietarios de ese centro llegaron a un acuerdo millonario con la familia tras reconocer que habían violado la Ley de Florida en relación a la proporción de proveedores de cuidado infantil.

“Tayvon y otros siete bebés quedaron bajo el cuidado de un solo proveedor de cuidado infantil. La ley de Florida requiere que haya un proveedor por cada cuatro bebés”, explicó la firma en declaraciones recogidas por Local 10.

Las cámaras de vigilancia muestran cómo la persona que estaba a cargo salió del salón y dejó a los niños durante 45 minutos sin supervición.

“Cuando el proveedor finalmente volvió a entrar en la habitación, inmediatamente descubrió a Tayvon respirando, pero angustiado y se le puede ver sacándolo de la habitación menos de un minuto después”, explicaron los abogados.

“Los intentos de RCP de Lincoln Marti demuestran que su personal no estaba debidamente capacitado para responder a esta emergencia”, agregaron.

Según el reporte el acuerdo de cinco millones de dólares es de dos millones más que la cobertura de las pólizas de seguro de Lincoln Marti.

Las escuelas Lincoln Martí son un proyecto impulsado por el cubanoamericano Demetrio Pérez Jr. quien hace dos décadas estuvo bajo investigación por presunta corrupción.

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