Un hombre de aproximadamente 60 años falleció el pasado miércoles por la noche en La Habana Vieja debido a un incendio provocado por la explosión de una motorina eléctrica. El trágico suceso ocurrió en la calle Picota, entre Acosta y Jesús María, alrededor de la medianoche, según informó el portal CubaNet.

Vecinos de la zona identifican a la víctima como Lázaro, aunque no se han proporcionado más detalles oficiales. Este caso se suma a la alarmante frecuencia de incidentes similares en Cuba, donde las explosiones de ciclomotores eléctricos, conocidas como motorinas, se han convertido en un riesgo creciente.

En los últimos años, Cuba ha registrado un aumento considerable de accidentes relacionados con las baterías de litio de estos vehículos, que en muchas ocasiones provocan incendios de gran magnitud. Los reportes en redes sociales son frecuentes, con incidentes que ocurren en viviendas, centros de trabajo y espacios públicos. Las explosiones suelen desatarse cuando las motorinas están en proceso de carga, lo que incrementa el riesgo si se encuentran en el interior de los hogares.

Uno de los incidentes más trágicos tuvo lugar en junio de 2023, también en La Habana, cuando siete miembros de una familia perdieron la vida debido a un incendio causado por la explosión de una motorina dentro de su casa. Más recientemente, el mes pasado, otra explosión en el municipio Diez de Octubre cobró la vida de cuatro personas y dejó a una niña de 13 años en estado grave.

A pesar de la gravedad de estos incidentes, las autoridades cubanas no han implementado regulaciones claras sobre el uso y mantenimiento adecuado de las motorinas eléctricas. Las baterías de litio que alimentan estos vehículos, son altamente inflamables si no se manejan correctamente, especialmente en condiciones de sobrecalentamiento durante la carga. En muchos casos, las motorinas son adquiridas de manera informal, lo que agrava la falta de control sobre su calidad y seguridad.

La creciente dependencia de las motorinas eléctricas como medio de transporte en Cuba, debido a la escasez de combustible y la falta de transporte público eficiente, ha llevado a que muchas personas las utilicen en sus hogares. Sin embargo, la falta de información sobre los riesgos asociados con el manejo de baterías de litio y la ausencia de protocolos de seguridad contribuyen a la reiteración de estos trágicos accidentes.

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