Expelotero cubano Agustín Marquetti: “A nosotros no nos interesaba el dinero, pero la vida te cambia”

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 2 de mayo de 2022

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El expelotero cubano Agustín Marquetti, autor de uno de los jonrones más icónicos del beisbol en series nacionales para el equipo de Industriales, dijo que los jugadores de su generación creían en la “conciencia revolucionaria”, llegando a rechazar ofertas para quedarse en el extranjero.

“Si te quedabas en mi tiempo, eso era un deshonor, era impensable. Fui a Canadá, a un evento juvenil y un scout me dijo que tenía referencias sobre mí, que me iban a dar 50 mil dólares por firmar con Cincinnati. Le dije muchas cosas, de todo. En la etapa de nosotros podías venir con el dinero que quisieras, nadie se quedaba. Llevábamos la revolución en la sangre. Ahora, la gente ya no piensa igual”, dijo.

Marquetti, quien se encuentra en La Habana de visita junto a su esposa, tras ocho años residiendo en Estados Unidos, concedió una entrevista a la revista deportiva independiente Play Off, donde aseguró que se había adaptado al país norteamericano “desde el primer día en que llegué”.

“A todo el mundo le gusta lo bueno. El estímulo es una de las mejores cosas que hay. Fuimos peloteros de conciencia revolucionaria. Quien diga otra cosa, está diciendo mentiras. A nosotros no nos interesaba el dinero, pero la vida te cambia, porque la vida es dialéctica. Eso está en el marxismo creo: la dialéctica de la vida. Lo que hoy es verdad, puede ser mentira mañana, porque la vida está en constante movimiento”, comentó.

“José Dariel Abreu, por ejemplo, gana 16 millones por jugar seis meses y nosotros jugábamos 11 meses. Ellos duermen en hoteles de cinco estrellas y tienen muchas cosas que nosotros no tuvimos. Así, jugábamos con amor, como no se juega allí, en Grandes Ligas. Nosotros jugábamos como quiera. Yo soy de esa generación, esta es otra, que no puede pensar igual que la mía. Felicidades, al que le tocó”, añadió.

Sobre las razones que lo llevaron a emigrar en 2010, asegura que fueron de índole familiar. “En 2010, se me fue la nietecita que estaba criando. No la vi montarse en el avión, si no, me da un infarto. Después, yo estaba en México con Víctor Mesa, entrenando a las Águilas de Veracruz. Pero como Yadel Martí, un pícher cubano, fue para el equipo de nosotros, de Cuba mandaron a decir que los revolucionarios no podían estar con gusanos y traidores y un contrato de siete meses terminó en tres”, recuerda.

“Cuando llegó a Cuba, mi hija me puso una carta de invitación a mí y a mi esposa. Mis hijos son mi vida, como mis nietos y por eso me quedé. Sin familia, ¿qué es uno? Uno de los grandes problemas que tenemos aquí es ese, que la familia está separada”, explica.

En una entrevista anterior, tras su regreso a Cuba, Marquetti dijo que pensaba quedarse en La Habana por al menos 15 días y subrayó los cambios que había encontrado. Asimismo, reconoció las oportunidades que le brindó la vida en Estados Unidos. “Siendo pobre allá (EE.UU.) me siento y vivo como rico, porque yo lo comparo con mis tiempos aquí, cuando no tenía nada. Ahora soy feliz, estoy viviendo en el paraíso”, expresó.

“Allá lo tengo todo, me fui por mis hijos y hasta el momento no me arrepiento porque he podido cumplir dos de mis grandes sueños; viajar a Miami y tener un Mercedes Benz”, dijo entre risas. Los seguidores de Industriales evocan especialmente a Marquetti por un histórico jonrón que estremeció al Estadio Latinoamericano el 19 de enero de 1986, ante el equipo de Pinar del Río, válido para decidir aquel campeonato a favor de los azules de La Habana.

Acerca del sentimiento que le producía haber sido el autor de aquel batazo decisivo, sostuvo: “No vivo de eso, me siento contento. Uno como atleta hace las cosas, pero después es que las valoras, cuando terminas. Me dicen que todavía lo ponen en la televisión: quiere decir que todavía me quieren aquí”.


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