La problemática de las capacidades para inhumar a los fallecidos en Santiago de Cuba, ha alcanzado ya un nivel preocupante, desde hace años el cementerio Santa Ifigenia no tiene espacio para nuevos nichos, pero la situación es aun más complicada, pues, otras necrópolis cercanas como como El Cobre o El Caney que han sido utilizadas como emergencia por las familias del municipio cabecera, ya también están al borde del colapso.

Un artículo del diario local Sierra Maestra explica este serio problema: “el momento del entierro, por ejemplo, causa hoy ansiedades en los santiagueros que en los últimos tiempos se quejan de no poder inhumar a sus parientes en el reconocido Cementerio Patrimonial de Santa Ifigenia, sino en poblados como El Cobre o El Caney”.

El subdirector provincial de Servicios Necrológicos, Héctor Roberto Fernández Castillo explicó a ese rotativo: “Diariamente se recibe un aproximado de 25 fallecidos, incluso hay jornadas en que se supera esta cifra. Santa Ifigenia está diseñado para asumir entre siete u ocho por día, de ahí que en los últimos tiempos no se satisfaga la necesidad”.

“A raíz de esto en algunas ocasiones hemos tenido que acudir a los poblados para poder cumplir esta tarea: en el cementerio de El Cobre hicimos un nicho de tres capacidades y las utilizamos cuando no podemos enterrar en el “Patrimonial”. Es verdad, hemos inhumado allí, en El Caney, en el cementerio de Boniato… pero en la actualidad casi agotamos también esas capacidades”, advirtió.

Ante el alarmante hecho, precisa el artículo mencionado, se lleva a cabo la construcción de un nuevo camposanto en la carretera de Siboney, en un barrio llamado Hicacos, ubicado después del punto de control y antes de llegar a Sevilla.

“Este cementerio ya se está nombrando ‘Nuevo Santiago’; tendrá un carácter municipal”, señalan; sin embargo, la solución al problema aun demora porque recién “la próxima semana se iniciará la edificación de bóvedas de doce y de 32 capacidades”, mientras tanto, morirse en Santiago es un verdadero problema.

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