Con un extenso artículo informan hoy desde Cuba que cesan las operaciones de Western Union, cumpliéndose la fecha límite establecida sin que las empresas y gobiernos de Estados Unidos y Cuba, encontraran un acuerdo.

Con fecha 23 de octubre, el Departamento del Tesoro de USA anunció modificaciones a las regulaciones para el control de activos cubanos, lo que impediría las remesas a Cuba a través de compañías estadounidenses con licencias generales pero dejó abierto un canal para el envío si el gobierno cubano aceptara una red de pagos diferente a la actual hecho que recibió la repulsa de los decisores de la isla que perderían así el control de los activos.

El diario Granma sacó hoy una extensa editorial para culpar a Estados Unidos de la decisión sin embargo, en términos de ser el país más necesitado en esa correlación Cuba prefirió dejar de percibir los ingresos de las remesas por vías legales que permitir la dichosa nueva red de pagos.

Un análisis del diario El País, publicado la semana anterior señala que con el cierre de Western Union, el gobierno cubano se pierde un ingreso diario de 2,4 millones de dólares al día.

Según su reporte, se trata 72 millones al mes, 864 millones de dólares al año a través de 240.000 transferencias a Cuba desde EE UU por mes.

Así transcurrió por los últimos años desde el deshielo aprobado por Barack Obama y que permitió el establecimiento de una red de 407 oficinas de Western Union en la isla, aunque el acuerdo de Western y Fincimex existe desde 1998.

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