Cuba ha terminado la zafra azucarera 2021-2022 con solo el 52 % del plan de producción que se había previsto, reportó el diario oficialista Granma.

De los 35 centrales que se encontraban en molienda, solo cumplieron su plan de producción el Melanio Hernández, de Sancti Spíritus; el 14 de Julio, de Cienfuegos, y el Boris Luis Santa Coloma, de Mayabeque, explicó el rotativo.

Según la agencia EFE esa tasa de cumplimiento supondría unas 431 000 toneladas de azúcar, aunque las previsiones oficiales difundidas el pasado diciembre por el Gobierno cubano, fijaban la producción en 911 000 toneladas.

Este resultado deja inscrito al 2022 como uno de los peores años para la industria azucarera de la isla cuyo declive es ya de décadas y parece no tener final.

A pesar de la estrepitosa caída de un renglón emblemático de Cuba, el Granma se refirió a los resultados “positivos” de la contienda azucarera que según el grupo empresarial Azcuba garantizó “el azúcar crudo correspondiente a la canasta familiar normada del año”.

Además señalaron como “logros”, que se logró una generación de electricidad, a partir de la biomasa, de 247,6 gigawatts hora (GWh), de la que se entregaron al Sistema Eléctrico Nacional 37,5 GWh, y se produjeron unas efímeras 50 000 toneladas de alimento animal, junto con 282 600 hectolitros de alcohol.

De estar cerca la estimación productiva de EFE, el azúcar producida no cubriría siquiera el objetivo de Azcuba de destinar unas 500 000 toneladas al mercado interno.

El director de Comunicaciones de Azcuba, Dionis Pérez Pérez dijo a Granma varias de las causas que llevaron a que en la recién concluida zafra solo se lograra moler el 66% de la caña planificada.

Entre las situaciones que llevaron al bajo rendimiento indicó problemas objetivos que afectaron al país y otros de carácter organizativo.

En primer lugar citó la falta de oxígeno para proceder con las reparaciones de las fábricas.

“Este sector no estuvo ajeno a las dificultades con el suministro de oxígeno, tras las averías en la planta productora de ese insumo, que provocaron un atraso de tres meses en las reparaciones y alistamiento de los centrales. Por ejemplo, se dilató en 12 días la arrancada de los ingenios”, dijo el funcionario.

El factor financiero, señaló, impactó directamente en la adquisición de recursos para la reparación y mantenimiento de la maquinaria, el transporte y la industria. Según Dionis Pérez “fue otro de los más influyentes en el resultado de la zafra”

De acuerdo con las declaraciones de Pérez Pérez, a esto se le suma el bajo rendimiento agrícola de las cosechas y el abundante bejuco en los campos de caña, al no poder obtenerse y aplicar el volumen de fertilizantes y herbicidas que estos demandan, pues solo se contó con un 37 % del total necesario. Un 42 % de los campos cosechados tuvo un rendimiento inferior a las 30 toneladas por hectárea, aseguró.

Otros obstáculos en materia organizativa también influyeron tales como los problemas de administración y la disciplina laboral y tecnológica, que explicó “aún faltan por resolver”.

EFE expone en un artículo que 2021, cuando molieron la caña 38 centrales del país, solo se alcanzó el 66 % del plan previsto de 1,2 millones de toneladas de azúcar.

Además recuerda que en 1959 Cuba tenía 156 centrales azucareros en funcionamiento, este 2022 solo 35 molieron caña.

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