La venta de dulces y panes elaborados 100 por ciento con harina de trigo en Cienfuegos, podría comenzar la próxima semana, dijo una funcionaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en ese territorio a la prensa oficialista local.

Dicha producción es resultado de la escasez de harina de trigo, empleada tradicionalmente en el país. La dirigente comunista Maridé Fernández López explicó que las propias entidades de la Industria Alimentaria Cienfuegos se están encargando de elaborar el derivado de la yuca.

No solo sustituye la harina de trigo, que entra al país por importación, sino la maicena o almidón. “Hoy, ya con pruebas tecnológicas hechas tanto para un proceso como para el otro, en los próximos días pudiéramos estar ya ofertando a partir de los surtidos con análisis en laboratorio”, dijo.

“Y pudiéramos estar comercializando las producciones en cada uno de los puntos de nuestra dulcería en la próxima semana”, explicó la funcionaria en el reporte de Perla Visión. El medio destaca los “alimentos de alta demanda y probada calidad con 100 por ciento de harina de yuca”.

Cuba echó a andar este año su primera planta de producción de harina de yuca, ubicada en el municipio de Abreus, en la provincia de Cienfuegos. La instalación costó alrededor de 100 000 euros. En aquel entonces, se hablaba de mezclar harina de yuca con la de trigo ante el déficit, pero no de elaborar un producto totalmente con la primera.

Un material anterior del mismo medio hablaba de la pésima calidad del pan y las quejas de los consumidores. Los productores atribuyen las deficiencias en el alimento a los constantes y prolongados apagones, que no permiten al pan adquirir los parámetros requeridos durante su elaboración.

“No sirve en ningún momento, ni hoy, ni mañana, ni pasado mañana”, comentó un entrevistado. Las autoridades realizaron una inspección en más de diez panaderías del municipio de Cienfuegos que arrojó irregularidades relacionadas con la calidad, elaboración y destino final del pan.

El mayor número de infracciones implicó a las panaderías de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA), incluyendo dificultades con la asignación poca equitativa de los insumos, carros y bandejas para mover el pan con elevado deterioro, escasa iluminación, alteración de los horarios de venta, desorganización en las colas (específicamente en las unidades de la Empresa Cubana del Pan) y comercialización preferencial a los revendedores.

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