El equipo de Béisbol de Holguín esperó 6 horas para jugar un partido contra el anfitrión Ciego de Ávila, después de viajar casi 40 kilómetros y almorzar en el mismo estadio donde se efectuaría el partido.

Es imposible un sano desarrollo del deporte en condiciones paupérrimas y sin inversiones, una vez más queda en evidencia el retroceso de la isla en materia deportiva.

El perfil Nuestros Cachorros Holguineros compiló los detalles del lamentable suceso con datos ofrecidos por Liván Espinosa:

El equipo de #Holguín ayer tuvo que esperar desde las 8:30 de la mañana en el estadio José Ramón Cepero de Ciego de Ávila, para un partido que se jugó a las 2:30 de la tarde.

Se tenía previsto que el tercer juego entre #Cachorros y #Tigres se jugaría a las diez de la mañana, pero las condiciones del terreno no eran las adecuadas y cambiaron el horario del choque un poco después de la llegada de Holguín al estadio.

Según expresó el lanzador holguinero Rubén Rodríguez (ganador del tercer partido) vía Messenger, sus compañeros y él almorzaron después de la una ¡en el mismo estadio!

Resulta injusto que los visitantes hayan viajado desde Morón hasta Ciego de Ávila (38 km), o sea, tuvieron que madrugar para llegar temprano al terreno; mientras que el equipo local permanecía en su hotel correspondiente en la propia ciudad.

Si usted saca cuentas podrá comprobar que el conjunto de Holguín esperó ¡seis horas! en un dugout y eso sin contar la duración del viaje desde el municipio Morón. Esto lo demuestran las fotos.

Dice el pitcher Rubén que le ofrecieron a él y al receptor Franklin Aballe (capitán) una habitación para descansar, pero ellos decidieron permanecer junto a su equipo.

En definitiva los Sabuesos ganaron ese juego, pero este tipo de sucesos no le puede pasar a ningún conjunto del beisbol #cubano. Ni a los Cachorros, ni a los Tigres, ni a nadie.

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