El padre de una de las víctimas de la explosión ocurrida el 7 de enero en la unidad militar de Melones, Holguín, Julio César Guerrero Batista, responsabilizó al régimen cubano de la tragedia que cobró la vida de 13 personas, incluidas nueve jóvenes soldados. En un mensaje publicado en redes sociales, Guerrero Batista denuncia que los soldados que lograron salir con vida de los túneles donde se almacenaba armamento, fueron enviados nuevamente al interior por órdenes de alguien, a pesar de conocer el grave peligro que implicaba.
El padre exige que la persona que dio esa orden pague por las 13 vidas perdidas en el siniestro:
“¡Las verdades siempre salen a la luz! Ellos salieron con vida de los túneles, pero los mandaron de nuevo sabiendo el monstruo que existía allá abajo. Esa persona que dio la orden tiene que pagar esas 13 vidas”, expresó Guerrero, quien también cuestionó la falta de preparación de los oficiales militares presentes en el momento de la explosión.
Su denuncia toma en cuenta los relatos de testigos cercanos: uno de los jóvenes que estuvo en los túneles antes de la tragedia contó que salió del lugar debido a un fuerte olor que le dificultaba la respiración.
El soldado fue amenazado con ser dado de baja si no regresaba al interior, pero decidió marcharse, salvándose así de la tragedia que ocurrió poco después. Otros relatos indican que, tras salir inicialmente, los soldados fueron enviados de vuelta a los túneles, donde finalmente ocurrió la explosión que acabó con la vida de todos los presentes.
Guerrero Batista también arremetió contra el secretismo y las mentiras que rodearon el incidente. En su mensaje, expresó su dolor y rabia por la falta de respuestas claras y por la ausencia de una investigación pública que aclare lo sucedido.
“Yo no entiendo por qué a esa hora de la mañana del 7 de enero ya estaban oficiales, militares con preparación en el lugar, pero dieron la orden de que los soldados volvieran a entrar al túnel. Los mandaron a una muerte segura”.
El informe oficial del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba ha sostenido que la explosión fue causada por un cortocircuito, pero los familiares de las víctimas siguen denunciando que no se realizaron las labores de rescate de manera inmediata.
Además, algunos testimonios de los familiares indican que los soldados fallecidos eran jóvenes reclutados para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, lo que ha reavivado las críticas al sistema de reclutamiento obligatorio de jóvenes para el servicio militar en Cuba.
Esta tragedia ha dado impulso a la campaña "No al Servicio Militar", que exige el fin de esta práctica que muchos consideran peligrosa y opresiva.