La decisión del presidente argentino Javier Milei de reducir en 38 000 los empleos públicos durante su primer año de gobierno ha sido objeto de críticas por parte del portal oficialista cubano "Cubadebate". Sin embargo, la reacción de sus propios lectores ha sido mayoritariamente contraria, evidenciando la hipocresía del discurso oficialista en la isla.
Los despidos anunciados por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, forman parte de la estrategia del gobierno de Milei para reducir el gasto público y sanear una economía que heredó con altos niveles de inflación, déficit fiscal e incremento de la pobreza. Argentina, que en los últimos años ha vivido una profunda crisis económica debido al descontrol fiscal y a la política de contratación de empleados militantes, necesitaba urgentemente medidas drásticas para recuperar estabilidad.
Lo irónico es que el propio gobierno cubano sufre los mismos problemas que la Argentina del pasado reciente: instituciones estatales saturadas de empleados sin contenido real de trabajo, una burocracia ineficiente y un gasto público insostenible. Aun así, la prensa oficialista cubana, en lugar de reconocer la necesidad de estas reformas, critica la decisión de Milei, defendiendo un modelo que ha demostrado ser inviable.
Lo más llamativo es que los mismos lectores de "Cubadebate" han salido al paso de estas críticas oficiales. Entre los comentarios de los lectores, se pueden encontrar reflexiones como la de Guille: "Juégatela que estaban de más. Revisemos en Cuba para que vean que hay cientos de miles que deberían estar sembrando boniato". Otros, como Yanier, destacan los beneficios que ya se empiezan a ver en la economía argentina: "No critiquen más que Milei ha reducido drásticamente la inflación, ha recuperado la credibilidad de prestamistas y la economía argentina ha vuelto a crecer luego de años de recesión. De alguna forma tenía que ser". Miguelito añade: "Quizás son demasiados, pero es mucho el dinero del pueblo argentino que se iba en salarios para burocracia, para departamentos innecesarios. Es duro pero había que hacerlo porque en su mayoría eran posiciones infladas".
Estos comentarios demuestran un creciente descontento con la narrativa oficialista y la incapacidad del gobierno cubano para reconocer sus propias fallas. Mientras Argentina intenta recuperarse de un modelo económico inviable, el régimen cubano se aferra a su estructura estatista, perpetuando la ineficiencia y la crisis.
La crítica de "Cubadebate" a Milei no es más que una estrategia para deslegitimar cualquier modelo económico que no encaje con la ideología del régimen cubano. Sin embargo, los hechos hablan por sí solos: Argentina está mostrando síntomas de recuperación económica, mientras que Cuba sigue sumida en una crisis sin salida, con un Estado sobredimensionado y una población cada vez más empobrecida.
El verdadero debate no debería ser si Milei despidió a 38 000 empleados, sino cómo un país en ruinas puede seguir manteniendo una burocracia gigante sin contenido de trabajo. Quizás Cuba debería tomar nota en lugar de criticar.
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