Una joven cubana identificada como Lari López permanece bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Texas, con una fractura en la pierna y una orden de deportación pendiente. Su prometido, Gerdys López, ha denunciado públicamente que fue víctima de un uso excesivo de fuerza por parte de los agentes migratorios al momento de su detención, lo que derivó en su lesión.
Lari fue detenida el pasado 2 de mayo tras cruzar la frontera sur de Estados Unidos. Según el testimonio de su pareja, la joven fue empujada por los oficiales durante el procedimiento, cayó al suelo y se fracturó la pierna cerca de la rodilla. “Escuchó un ruido en la pierna y sintió un dolor tan fuerte que no podía moverse”, relata Gerdys. A pesar de que Lari pedía ayuda y afirmaba que no podía caminar, los agentes habrían ignorado sus ruegos y la habrían arrastrado por el piso.
Desde el centro de detención, la joven de 25 años contó que fue tratada inicialmente con escepticismo por los custodios. “Me decían que no era para tanto, que podía caminar”, relató. Tras horas de espera y evidentes signos de dolor, fue finalmente llevada al médico, quien le diagnosticó una fractura en la tibia que requirió intervención quirúrgica. Según Gerdys, los médicos le colocaron pines de acero en la pierna y advirtieron que podría quedar con movilidad reducida si no seguía un tratamiento adecuado.
Pese a su estado físico, ICE habría intentado deportarla a Cuba apenas semanas después de la cirugía. “Con la pierna llena de hierro, la trasladaron en un viaje de 16 horas a Luisiana”, explica su pareja. Cuando iba a ser subida a un avión, el médico en turno se negó a autorizar el vuelo por el riesgo que implicaba para su salud. La joven fue devuelta a Texas sin analgésicos, según su denuncia.
Actualmente, Lari se recupera de una segunda operación, mientras permanece detenida y en espera de una resolución migratoria. ICE emitió un breve comunicado donde confirmó que la joven se encuentra bajo custodia y que no pueden ofrecer detalles médicos sin una autorización firmada por la detenida.
Su familia teme que sea deportada sin haber recibido el tratamiento adecuado, lo que podría poner en riesgo su recuperación e incluso su movilidad a largo plazo. También alertan sobre la posibilidad de que sea enviada a un tercer país.
Fuente: Telemundo Miami
