El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Esteban Lazo, agradeció la “valentía” de los jóvenes que arriesgan su vida en el gran incendio de la zona industrial de Matanzas, donde se cuentan varias víctimas mortales aun sin confirmación oficial.
En el lamentable siniestro, fallecieron varios cubanos de 20 años o menos que cumplían el Servicio Militar, de carácter obligatorio en la isla. Algunos familiares han expresado su dolor por la pérdida, responsabilizando al gobierno cubano por sostener la obligatoriedad del Servicio Militar Activo y poner en riesgo la integridad de personas muy jóvenes, sin experiencia y con proyectos de vida por delante.
Sin embargo, el discurso oficialista no ha hecho más que ponderar el “valor” de las víctimas. Según una publicación en redes sociales del Gobierno Provincial del Poder Popular en Matanzas, Lazo “visitó la Universidad de Matanzas para conocer la situación de los 648 evacuados por el siniestro de la Base de Supertanqueros”.
Ahí, el funcionario del régimen comunista “agradeció la valentía de cada joven que ofrenda su vida en la primera línea de combate para sofocar el incendio y ratificó sus condolencias a los familiares de los desaparecidos”.
También “convocó al trabajo coordinado de las organizaciones y el pueblo para enfrentar las pérdidas materiales y humanas ante un hecho sin precedentes en la Historia de Cuba”.
La abuela del cubano Leo Alejandro Doval Pérez de Prado, de solo 19 años, publicó unas emotivas palabras luego de conocer la muerte de su nieto en el incendio. “Solo un niño que iba a entrar en su etapa juvenil truncada. Destrozados sus sueños y proyectos de vida. Soñaba con ser neurocirujano y nos comentaba con entusiasmo sobre lo mismo”, dijo.
“Mi niño no es un mártir, es una víctima del Servicio Militar Obligatorio. Perdonen, el dolor no me permite continuar. Él no tenía que estar allí”, agregó. Doval, cuyo perfil de Facebook indica que es egresado del IPVCE Carlos Marx, en Matanzas, concluiría el servicio militar para comenzar la carrera de Medicina, según otras publicaciones.
“Para los que no lo conocieron él quedará como un héroe, para los que lo conocimos quedará cómo el muchacho amante al Madrid, el que defendía a su equipo en cada partido a capa y espada, el fiel seguidor de Marvel, que decía que si no veías todas las películas en orden no eras un verdadero fan, el que le preguntabas oye y qué carrera vas a coger? Y te decía: medicina, - y no le tienes miedo a la sangre? - no, yo voy a ser un neurocirujano en potencia, el muchacho bonito de los ojos verdes!”, expresó una amiga.
Su tía, Yunia Doval, también expresó su sufrimiento. “Siempre admiré tus valores y sabemos tu familia que no eres de los que corren, sin imaginar que hoy, preferiría que hubieses huido. Sentiría igual orgullo si llegaras ahora diciendo que de repente te tornaste cobarde, rebelde, desafiante y te bajaste del camión de bomberos, porque, en definitiva, tú no eres uno de ellos. ¡Tú serías un neurocirujano!”, expuso.
Tras el desastre, varios cubanos se unieron en un reclamo al Gobierno para que ponga fin al Servicio Militar Obligatorio. “Por Leo y su familia, por Derek. Por los niños obligados a morir: #NoAlServicioMilitarObligatorio. Cuba no necesita mártires, menos niñxs mártires”, escribió la periodista Marta María Ramírez.