Los cubanos siempre buscan formas de salir adelante y de sortear los cambios del régimen. Tras la eliminación de los subsidios a la luz por la llegada de la Tarea Ordenamiento, el pasado 1 de enero, la creatividad echó a andar.
Y es que, como consecuencia, subieron de manera alarmante las tarifas de la electricidad, algo que obligó a los isleños a buscar formas de ‘bajarlas’ a la fuerza.
"Todo comienza cuando algún cliente solicita 'por la izquierda' que le bajen la factura eléctrica a cambio de un pago mensual", relata Roberto, un trabajador de la Empresa Eléctrica de La Habana.
En el caso de un hogar con un consumo promedio de 450 kilovatios hora (kWh) y un pago mensual de unos 1.200 pesos, Roberto hace lo suyo y disminuye el registro mensual al reportar la lectura del metro contador.
En ese caso anota únicamente 200 kilovatios, cobra 400 pesos por su servicio y el cliente paga otros 200 aproximadamente de tarifa al Estado.
"Les bajamos el consumo y el cobro mensual, porque siempre va a ser un monto menor en relación con lo que normalmente consume la vivienda", dijo a 14ymedio. "El cliente gana y yo también".
No se trata de un ‘juego nuevo’. Lo que sí hay que reconocer es que, desde enero a la fecha, han aumentado estas prácticas en la isla.