‘Hay un refrán que dice; que los trapos sucios se lavan en casa, pero este lo voy a compartir públicamente’, dice un cubano en redes sociales tras la experiencia que vive con su hermana enferma.
“Estoy realmente molesto e incómodo y no porque la negligencia haya tocado a mi ser más cercano. Actúo así con todo el mundo, familiares, vecinos, amigos o no conocidos. Pero este caso es mi única hermana”, añade.
El internauta Aris Arias Batalla, quien es trabajador del Dirección Provincial de Salud Santiago de Cuba, reclama: “por favor, insisto dejen los buró, oficinas, tantas reuniones innecesarias y toquen con las manos y el corazón todo esas imágenes que están desacreditando nuestros servicios médicos”.
Esta es su denuncia:
...mi única hermana Anne Arias Batalla ahora mismo está hospitalizada en el hospital Provincial Saturnino Lora cama 43 del 3 piso, ingresó en la noche del viernes 3 del mes en curso después que el test antígeno diera positivo, hasta hoy domingo 5 de septiembre 9:07 AM no le han dado los resultados del PCR y según refiere mi hermana ahí hay pacientes que llevan más de 5 días esperando los resultados del PCR y con temor a contagiarse realmente. Los baños, ni hablar, el servicio de mensajería es todo un equipo de perezosos, profesionales en demora, los que laboran ahí pelean, discuten y se ofenden públicamente delante los pacientes sin ninguna ética profesional, la atención malísima, ayer día 4 fue qué le entregaron 3 pastillas de antibiótico Azitromicina y la misma doctora le preguntó si alguien la había atendido. En fin todo un desastre y no estoy mencionando un hospital de campaña, ni improvisado por la situación epidemiológica por la COVID-19. El Saturnino Lora es un hospital insignia por su atención médica, construcción y trayectoria social, profesional y médica, pero realmente se está poniendo como un hospital de las selvas amazónicas o de esos que colapsan tras un desastre natural o que enfrentan conflictos armados.