El gobierno cubano, enfrentando una economía al borde del colapso, ha solicitado oficialmente unirse al grupo de economías emergentes BRICS como "País Socio". El anuncio fue realizado el martes por el canciller cubano Carlos Miguel Pereira a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), en un intento de encontrar alivio ante su grave situación económica.
En su carta dirigida al presidente ruso Vladimir Putin, quien actualmente ostenta la presidencia del BRICS, Pereira señaló que el grupo se ha consolidado como "un actor clave en la geopolítica global y una esperanza para los países del Sur". La solicitud llega justo antes de la cumbre anual del BRICS, programada para celebrarse del 22 al 24 de octubre en Kazán, Rusia.
Este movimiento refleja el desesperado intento del régimen cubano de encontrar apoyo económico en el escenario internacional. Cuba, con una economía en ruinas, enfrenta una profunda crisis caracterizada por la falta de recursos y un colapso productivo generalizado. La isla está cada vez más aislada financieramente debido a su condición de "mala paga," ya que ha incumplido sus obligaciones de deuda con diversos acreedores internacionales, lo que la deja sin opciones para recibir nuevos créditos.
En este contexto, la entrada al BRICS podría verse como una oportunidad para Cuba de acceder a nuevos mercados y créditos. Sin embargo, su situación económica es tan crítica que resulta difícil imaginar cómo podría contribuir al grupo de economías emergentes. A diferencia de otros países que han sido invitados a unirse recientemente, como Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos, Cuba carece de la capacidad financiera y los recursos que podrían justificar su incorporación.
A pesar de su participación simbólica en escenarios internacionales, la economía cubana no presenta perspectivas reales de mejoría. La falta de inversión extranjera, combinada con una gestión económica deficiente y el endurecimiento de las sanciones, han llevado a la isla a una situación insostenible. Este deterioro se ha visto agravado por la imposibilidad de obtener financiamiento externo debido a su historial de impagos.
Mientras tanto, países como Argentina, que también recibió una invitación para unirse al BRICS, optaron por no integrarse en este momento, lo que pone de manifiesto que la membresía en este bloque no es una solución inmediata para los problemas estructurales que enfrentan economías en crisis como la de Cuba.
Con su solicitud de ingreso al BRICS, Cuba busca ganar tiempo y proyectar una imagen de pertenencia a un grupo de poder emergente, pero las verdaderas soluciones para su deteriorada economía aún parecen estar muy lejos.