A las redes sociales llega esta dura historia que compartimos hoy. Se trata del relato de una enfermera cubana que se aventuró a vender una bolsa de leche y terminó viviendo una odisea.

A través de la página de Facebook ‘Periódico Pinero’ se hicieron eco de esta denuncia que saca a la luz pública cómo la miseria y el abuso crecen dentro de la isla y entre los de a pie.

Esta situación, que no es la única que ocurrido en el país por venta enredes sociales y plataformas digitales, es la muestra de cuan destruida está una nación que se ve obligada a perseguir, multar y cuestionar a un profesional por vender una bolsa de leche.

La lamentable historia involucró, esta vez, a una familia que se dice revolucionaria, que aporta a su gobierno, lo respeta y hasta la defiende.

Cubita NOW reproduce la denuncia, de manera íntegra, a continuación:

Es triste, penoso y vergonzoso lo que hoy voy a escribir pero es mi realidad, hace unos días publique en un grupo de compra y venta del WhatsApp que deseaba vender una bolsita de leche( leche que me dan en la bodega para mis hijos) tengo dos nenes, el menor no puede tan siquiera oler la leche para De alguna manera decirlo y padece una mala absorción intestinal, se le probaron todas las leches e incluso los yogures y todo le hizo daño, ni siquiera puede ingerir cuando se me enferma medicamentos que contengan lactosa, yo siempre he cambiado su leche por frutas y jugos, pero en vista a los escaso de las cosas y al precio que tienen, decidí venderla y comprar las jarritas de pulpa de mango que venden en las placitas y así hacerle jugos.

Bueno luego de publicar que vendía reitero UNA BOLSITA DE LECHE, me llamó un hombre que la necesitaba para su hijo de 1 año, ok.

Le indicó dónde puede encontrarme, al otro día se aparecieron cinco policías en mi casa, con patrulla incluida, por supuesto no había nadie porque todos los que aquí vivimos trabajamos.

Me llama nuevamente el supuesto padre del niño de un año y yo le digo que voy para la casa, que no se preocupara que resolveríamos los dos, cuando llegó a mi casa me encuentro el espectáculo armado.

Habían ido a casa de mis vecinos preguntando por LA QUE VENDÍA LECHE, tenían a toda la cuadra movilizada. Me piden mi carnet de identidad y les digo que en la casa que subieran, bueno suben a mi casa para hacerme un registro y por supuesto me encuentran dos bolsitas de leche selladas y una en uso.

Les explico que las había sacado de la bodega el día anterior e incluso llevo para la unidad de la PNR la libreta de abastecimiento, nada, por gusto me las decomisaron y cuando pregunto qué le daría a mi niña la mayor que es quien toma leche, un policía me dijo que la que yo había vendido, para no hacer tan larga la historia, me levantaron una denuncia por ACTIVIDAD ECONÓMICA ILÍCITA, me multaron y como antes dije me quitaron la leche de mu hija.

Yo soy profesional de salud pública y doy a mis pacientes tratamientos diferenciados, porque cada persona es un ser único, pero cuando llego a la policía veo que tratan a todos como delincuentes, no te respetan para nada, te gritan te mal tratan y todo está bien.

Me comunico con un fiscal militar y me dice que ese es el procedimiento, EN SERIO, es decir que para vender unos zapatos que se te quedaron, una bicicleta que ya no quieres, un carro, una bolsa de leche tengo que pedir un autorizo a las autoridades, entonces yo no soy dueña de nada de lo mío, que si los grupos de Whatsaap son ilegales, EN SERIO, donde se dice eso, porque los permiten.

Después hay personas que le echan la culpa al gobierno y a nuestro presidente NO. La culpa es del extremista, del abusador que utiliza mal su cargo o simplemente oprime por el simple hecho de usar un uniforme. Hoy yo tuve que salir a PEDIR leche para mi hija y pregunto ¿a quién le importa eso?

Soy LIC. en enfermería y ahora estoy terminando mi 5to año de medicina, soy hija de padres revolucionarios e intachables, trabajadores y me inculcaron valores. Soy esposa de un profesional de salud pública e internacionalista, madre de dos niños a quien estoy educando con los mismos valores e ideales que me criaron a mí.

Por mi trabajo y mi conducta soy respetada en vecindad y en mi lugar de estudio y trabajo, militante y en cuestiones de minutos tiraron al fango todo lo que me ha costado años construir.

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