El futuro del integrante de la Alianza Democrática Oriental (ADO) y activista pro derechos humanos, Eldris González Pozo, es incierto.

Su situación ha cambiado desde que se negó a mostrar su negocio a inspectores del gobierno, de ahí que ahora le piden que cumpla cuatro años de prisión en cárceles cubanas.

Ha sido la fiscalía de Santiago de Cuba la que ha hecho la petición en contra de González Pozo, quien trabaja como cuentapropista y vende útiles del hogar, pero ahora ha sido acusado por las autoridades con los cargos de atentado, desacato y desobediencia.

La vista oral del juicio, refiere Cubanet Noticias, se desarrolló el pasado 12 de abril en la sala 4ta del Tribunal Municipal de Santiago de Cuba. El opositor enseñó al portal su inconformidad con lo allí ocurrido, y aseguró que el proceso judicial en su contra está “totalmente amañado”.

“La Fiscal hacia énfasis en que los testigos dijeran que yo me pronunciaba en contra del proceso revolucionario, los jefes de sector de la PNR alegaron que yo había amenazado varias veces con llenar la ciudad de Santiago de Cuba con carteles en contra del gobierno, y que era un contrarrevolucionario”, dijo Pozo.

“A la abogada la cuestionaron porque dijo que el proceso estaba encaminado a ser político, no común. La misma recomendó que se celebrara la vista oral en la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado. De los siete testigos que tenía previsto presentar la defensa solo le dejaron declarar a tres”, agregó el disidente.

El proceso contra Eldris González Pozo comenzó en agosto de 2020, cuando una supuesta inspectora fua a su casa haciendo fotos a su negocio, de ahí que el cuentapropista le cerró las puertas.

Después, González Pozo recibió visita de los dos jefes de sector de su zona (dos oficiales con el grado de capitán conocidos como Félix y Miguelito). 

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